Fiesta del Te

Un espacio oscuro de pronto comenzo  a tener luz, mucha luz, entonces esa luz se tiño de rojo y comenzo a concentrarse en un solo lugar.....de pronto, esa luz tomo forma de torre..y lentamente adquirio otros colores como el negro y el gris....eventualmente se convirtio en una torre....

De pronto, miles de Aves de color rojo comenzaron a hacer un remolino dentro de la torre, seguido de  una hermosa melodia....y fue entonces cuando aparecieron dos brujos, un hechicero de color rojo y una bruja de color azul


"Por fin la sala en la que podemos tener fiestas de te ha sido creada ¿ya eres feliz mina?"

"Claro que Si Rojito-tan gracias por todo ^^"

"N-no me llames asi , e-en dado caso, llama a los hechiceros y brujas."

"Sean bienvenidos a nuestra fiesta del te, en este magnifico meta-mundo, aqui muchas cosas divertidas sucederan, ¿ que esperan grandiosos invitados?"

Dion se hizo presente junto con su insolente mueble en forma de lo que parecía ser un par de bellas mariposas de plata perdidas en aquella escena. Como era costumbre, su rostro y movimientos permanecían neutros y cautelosos al igual que sus ojos de oro, sin embargo, la joven Dion quien la mayoría del tiempo parecía una maquina destructora, había sido invadida por lo que ella misma había negado en el pasado. Un calor incomprensible ante sus ojos palpitaba en su pecho con lentitud. Para dentro de poco hacer una pequeña lagrima de cristal recorrer su mejilla izquierda sin razón alguna. Grahamm, Preocupado al ver tal reacción, limpio rápidamente aquella pequeña gota de su rostro antes de cualquier otro pudiera percatarse del maleficio que aprisionaba a su ama. Mientras que Dion, sin perder su mirada neutral concertaba sus ojos sobre el hechicero y la bruja que frente a ellos se encontraban.

-Señorita....Sea mas cuidadosa.-Susurró Grahamm a su oído entregando disimuladamente el pañuelo a Dion.

La dama de hierro, incapaz de ocultar su descontento hacia los sentimientos, hizo arder el pañuelo sobre su mano y dejo las cenizas caer sobre los zapatos nuevos de su Inquisidor y continuo prestando atención al frente.
Grahamm tomó la mano de Dion con una expreción de preocupación que rara vez se hacia presente en su orgulloso rostro y la miro a los ojos.
La dama de hierro sonrió ante tal acto, e igualmente estrujo su mano.

Mina solo les sonrio a la bruja y el mueble

No es necesario que esten tan tensos, este es un lugar hecho para que las brujas y hechiceros se relajen y disfruten. asi que hay que divertirse mucho Dion y que lindo mueble tienes, si fuera chocolate me lo comeria.

Mina, controlate por favor, no olvides la elegancia.

Awwww no te pongas celoso.

N-no estoy celoso deja de decir cosas tan ridiculas!

*risitas*

Leonard y Romseberg habían llegado a la fiesta del Té que habían iniciado Mina y Rouge, al parecer nadie habia notado su llegada, por lo que el Hechicero de la Elegía prefería permanecer apartado de todos los invitados que llegaban, el los observaba sentado en una de las sillas, mientras que Leonard parecía estar atento con todo lo que veía. - Deja de preocuparte, Leonard-kun, disfrutemos el ver como todo empieza a suceder... Veamos.. ¿No son entretenidos los otros invitados?  ¿No quieres jugar con alguno de ellos? Mmm.. ¿Que tal ese "Inquisidor de plomo" Grahamm?
*risitas*

Aquellas aves hacían un gran escándalo, uno tan grande que ni siquiera Androctasia era capaz de concentrarse en sus pensamientos. Caminaba dando elegantes pasos, cruzando sus piernas, no había prisa por llegar... o... ¿o tal vez sí? Androctasia parpadeó un par de veces y empezó a recordar. Su ojo ambar comenzó a brillar y un diminuto reloj de manecillas empezó a girar hacia atrás dando unas cuantas vueltas, se detuvo en las siete y cuarto.

- ¡Oh! Es cierto... entonces no voy mal de tiempo *continuó con una sonrisa en el rostro* Aunque para recordar no habría tenido que usar mi poder conmigo misma... ¡Agh, es igual!

Androctasia siguió avanzando hacia delante. Unos pasos más atrás, Riviera 01 y Riviera 02 la seguían de cerca con su mirada. Los grilletes de éstas se encontraban con las cadenas partidas y separadas de la otra, hacía mucho tiempo que ambas no se volvían una sola... Tanto que incluso lo habían olvidado. Las tres figuras subieron las escaleras de aquel torreón recién invocado.

- ¿Qué creéis que estará pasando allí arriba? -Riviera 01 pareció abrir la boca, pero su hermana la cortó de inmediato- ¡Esperad! eso son... ¿voces?

Y dicho esto Androctasia se deshizo en un charco de sangre que salpicó los rostros de ambos muebles. Riviera 02 se limito a eliminar las manchas con una tenue luz azulada mientras que su hermana comenzó a lamer la sangre salpicada que había por sus brazos.

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En aquella sala se encontraban varios seres mágicos. A Androctasia le encantaba charlar con otra gente con poderes mágicos, ya se había cansado de jugar con humanos aburridos que sólo sabían quejarse, ahora le tocaba medirse con brujas de verdad. En aquel suelo un líquido rojo comenzó a filtrarse desde abajo, ascendía poco a poco, formándose hasta adoptar la figura de la Bruja de las Mentiras. Androctasia soltó un largo bostezo mientras estiraba sus cansados brazos.

-Encantada de ver a brujos de verdad... ¡Un momento! Creo que no nos conocemos. -cogiendo el bajo de su vestido hizo una exagerada reverencia- Mi nombre es Androctasia... espero llevarme bien con todos ustedes. -una pequeña risita se escapó de su boca-¿Les apetece seguir con las presentaciones mientras tomamos una taza de té?

Tienen, razon. Que comienze la fiesta de te.

Entonces miles de tazas y galletas comenzaron a llenar la habitacion, y parecia ser que los muebles de Rouge eran pequeños niños vestidos de peculiares formas.

De pronto DIon sintio un olor a te muy cercano, y en cuanto Dio volteo, vio que habia un chico muy peculiar que le ofrecia una taza de te, tenia un vestido blanco y una letra A en el centro



-¿Que paso Onee-chan quieres una taza de te o me quieres a mi? Soy soltero quiero que sepas y listo para una cita.

Rouge miro friamente al chico y el chico tuvo que decir que era una broma.

En ese momento los ojos de Androctasia se dirigieron directamente al muchacho pequeño. Deslizándose a una velocidad increíble agarró al muchacho con ambas manos, ahogándolo en un abrazo mientras la bruja no paraba de chillar.

-¡Aaaaaah! ¡¡¡Riviera, Riviera!!!

Los demonios aparecieron en un estallido de luz morada y azul respectivamente. Riviera 02 mostraba un rostro inexpresivo mientras Riviera 01 contemplaba al mueble y no paraba de soltar una estridente carcajada.

- One-san, parece que nuestra ama ha encontrado un nuevo juguete -dijo Riviera 01 mientras se abalanzaba para abrazar a Riviera 02, ésta rechazó su abrazo ignorándola completamente.

- ¡Oye, oye! -Androctasia lo había soltado y ahora las caras de ella y el joven mueble se encontraba demasiado juntas, la bruja lo miraba fijamente a los ojos- ¿No te gustaría estar conmigo un ratito... podríamos jugar los dos juntos e incluso te dejaría ser aquel capaz de alzar el bajo de mis faldas.

- Disculpen la molestia, -Riviera 02 se dirigía al hechicero de la voluntad- mi ama pierde el control cada vez que ve algo que le parece adorable. -acercó su cara al oído de Rouge para susurrarle- Quizás debería decirle a su pequeño que mi señora no es lo que aparenta ser debajo del vestido.

Incipio se detuvo frente de la puerta, indeciso de si entrar o no. Luego de pensarlo por un gran rato, decidió entrar. Cargaba un pequeño libro con un lápiz viejo pegado con una cinta en él.

Sus pasos suaves y serenos casi no se podían notar. Se acercaba a los anfitriones en silencio y, al alcanzarlos, hizo una pequeña reverencia.

"Muchas gracias por crear está sala para nosotros. Espero poder ayudar si surge cualquier inconveniente." dijo mientras luego se volteaba, dirigiéndose a la gran mesa, sentándose en una de las sillas vacías, colocando su libro encima de la mesa y contemplando a cada brujo presente.

Black Battler escribió:Incipio se detuvo frente de la puerta, indeciso de si entrar o no. Luego de pensarlo por un gran rato, decidió entrar. Cargaba un pequeño libro con un lápiz viejo pegado con una cinta en él.

Sus pasos suaves y serenos casi no se podían notar. Se acercaba a los anfitriones en silencio y, al alcanzarlos, hizo una pequeña reverencia.

"Muchas gracias por crear está sala para nosotros. Espero poder ayudar si surge cualquier inconveniente." dijo mientras luego se volteaba, dirigiéndose a la gran mesa, sentándose en una de las sillas vacías, colocando su libro encima de la mesa y contemplando a cada brujo presente.

De pronto Mina se acerco al recien llegado, al que le sonrio y le pregunto que si habia llegado bien.
le dijo que se viniera a divertir y le dijo que se veia lindo con ese cabello.

-Oh, esto es maravilloso, es un gran placer poder conocer a la Doncella de Hierro, Lady Dion Vaux.- Dijo el Hechicero de la Elegía mientras tomaba gentilmente la mano de Dion Vaux para besarle. -Déjenme presentarme yo mismo. -Hizo una reverencia ante Dion Vaux y exclamo con felicidad- Soy el Hechicero de la Elegía, Rosemberg. Estaré complacido de poder participar con usted en estos nuevos juegos que vendrán.
Al ver esto, Leonard quien generalmente nunca hacia reverencias ni nada por el estilo, comprendió y también le hizo una reverencia a Dion Vaux -Yo soy el mueble principal que sirve a mi maestro, mi nombre es Leonard H. Knight, Ex-Inquisidor del Eiserne Jungfrau, es un honor poder conocerla, Gran Doncella de Hierro, Lady Dion Vaux

Incipio le sonríe a Mina.

"Si, todo está bien, muchas gracias." dijo mientras se levantaba de su asiento.

"En realidad, no sé si debería comenzar alguna conversación" se dijo a sí mismo, mientras agarraba su libro y se dirigía donde estaban los distintos tipos de té, con una pequeña sonrisa, buscaba un peculiar sabor.

Dion giro la mirada de nuevo hacia Lord Rosemberg.
Al sentir los labios de aquel extravagante brujo sobre sus frías manos, la doncella de hierro fue atacada de nuevo por aquel extraño mecanismo que crecía en el interior de su pecho. Por lo que intentando contener aquel impulso lanzo una mirada rápida a Grahamm. Sin embargo, este estaba muy ocupado odiando a aquel brujo por tocar a su ama con tanta naturalidad. Por lo que la doncella de hierro se vió obligada a dejar que su fría esencia destruyera aquel momento.

-No es nesesaria tanta formalidad. Y mucho menos tanta familiaridad. Le agradecería que no tocara a mi ama. Solo brujos de altos rangos y muebles excelentes tienen esa opción vigente- Menciono con una falsa sonrisa Grahamm separando a ambos al alejar a Dion.

-Un placer conocerlo Lord Rosemberg.- Dejó brotar Dion sin expresión alguna.

Grahamm no podía soportar que aquel brujo toqueteara a su amada doncella, tenia que hacer algo y rápido. Comenzó a idear en su mente, el plan perfecto para aniquilar aquel personaje lo antes posible.

¿Una fiesta de té? Interesante, debia ir y ver si podia entretenerse e interactuar con los demás brujos. Yune ha estado sola por varios años y estar acompañada despues de tanto tienpo no le vendria mal. Claro, si es que los demas brujos la aceptan

-Una fiesta de té, suena divertido. -Dijo con una sonrisa, apareciendo entre llamas azules.

Rosemberg dirigió sus ojos hacia el Inquisidor que se había atrevido a interferir con sus presentaciones. Al sentir que la mente de Dion estaba confusa, y que los pensamientos de Grahamm estaban furiosos, Rosemberg calmadamente le dirigió unas palabras al Inquisidor. -Veo que eres muy leal con tu ama, ya veo. -El Hechicero volvió a dirigir la mirada hacia Dion -¿No es hermoso el amor de los muebles hacia su amo? Siempre tan leales y obedientes hacia sus amos, son maravillosos.

Mientras Rosemberg continuaba su conversación con Dion y su mueble, Leonard también noto que el mueble de Dion tenia un aura de furia, por lo que se puso a observarlo con una expresión indiferente en su cara.

Mientras Incipio buscaba el té, notó unas llamas azules emanar y mostrar a una Bruja que parecía un poco solitaria. Sin dudar, Incipio se acercó a la pequeña Bruja y le hizo una pequeña reverencia.

"Bienvenida, Yune. ¿Le gustaría acompañarme a tomar una taza de té?" le dijo mientras le otorgaba su peculiar sonrisa gentil y extendía su mano derecha hacia ella.

De pronto un mueble aparecio y llego a ofrecerles te y galletas a los invitados recien llegados


"H-hola m-me llamo J-jack y-y Rouge-sama me envio para a-atenderlos a ustedes, t-tal vez me vea c-chiquito, p-pero puedo ayudarlos en lo que sea, Onee-sama y Onii-sama"

Había aparecido otro de esos muebles adorables de la nada... aunque Androctasia no parecía tan exaltada como al principio, se sentía dolida. El anterior mueble ni siquiera le había prestado atención... Pero ella no se detendría, había ido a pasárselo en grande en aquella fiesta. Con una mueca siniestra empleó una vez más el poder de edición de recuerdos con ella misma, esta vez el reloj situado en la cuenca del ojo colo ámbar se detuvo a las doce en punto.


Tras recobrar el conocimiento, Androctasia se hallaba otra vez en medio de la estancia, cuando hace unos momentos se encontraba alejada, en un rincón. Contempló al mueble recién llegado como si fuese la primera vez que lo observaba y lo envolvió fuertemente con sus brazos.

- ¡Qué cosa tan linda! -Androctasia apretaba los ojos con fuerza mientras se fascinaba con el abrazo que ella misma estaba dando- ¿Cómo te llamas? ¿Qué te gusta hacer? ¿Por qué eres tan adorable? ¿Cómo has llegado hasta aquí? -dijo sin soltar al pequeño.

Una vez abrió los ojos, no paraba de contemplarlo. Entonces se dio cuenta de una cosa. Volvió su vista a Mina, aquella bruja vestida de azul.

- Discúlpeme, señora bruja... ¿De dónde ha salido este pequeño? ¿Es de alguien? ¿Puedo quedármelo? -Androctasia no paraba de zarandear al pequeño mueble debido a la emoción del momento. Ardía en deseos de conocer la respuesta a todas sus preguntas.

Rosatrice escribió:Había aparecido otro de esos muebles adorables de la nada... aunque Androctasia no parecía tan exaltada como al principio, se sentía dolida. El anterior mueble ni siquiera le había prestado atención... Pero ella no se detendría, había ido a pasárselo en grande en aquella fiesta. Con una mueca siniestra empleó una vez más el poder de edición de recuerdos con ella misma, esta vez el reloj situado en la cuenca del ojo colo ámbar se detuvo a las doce en punto.

Tras recobrar el conocimiento, Androctasia se hallaba otra vez en medio de la estancia, cuando hace unos momentos se encontraba alejada, en un rincón. Contempló al mueble recién llegado como si fuese la primera vez que lo observaba y lo envolvió fuertemente con sus brazos.

- ¡Qué cosa tan linda! -Androctasia apretaba los ojos con fuerza mientras se fascinaba con el abrazo que ella misma estaba dando- ¿Cómo te llamas? ¿Qué te gusta hacer? ¿Por qué eres tan adorable? ¿Cómo has llegado hasta aquí? -dijo sin soltar al pequeño.

Una vez abrió los ojos, no paraba de contemplarlo. Entonces se dio cuenta de una cosa. Volvió su vista a Mina, aquella bruja vestida de azul.

- Discúlpeme, señora bruja... ¿De dónde ha salido este pequeño? ¿Es de alguien? ¿Puedo quedármelo? -Androctasia no paraba de zarandear al pequeño mueble debido a la emoción del momento. Ardía en deseos de conocer la respuesta a todas sus preguntas.

*Risitas* Son los muebles de Rouge ellos son sus asistentes y le ayudan con todo, y creo que si podrias quedarte con el por un rato.

-Pero Mina-onee-chan y-yo tengo mucho trabajo que hacer y Rouge-sama nos dijo q-que t-teniamos que ponernos serios.
N-no quiero que me quite mis chocolates de nuevo T^T

Androctasia suspiró apenada... el jovencito tenía que trabajar, así que se limitó a dejarlo ir. En ese momento una idea fugaz pasó por su mente.

- ¡Riviera!

Los demonios aparecieron delante de ella. Sus cadenas rechinaron cuando hicieron la reverencia.

- Nos has llamado, Andro-sama -dijo Riviera 01 con una sonrisa exagerada.

- Necesito que me hagáis un favor... -susurró algo algo que sólo los muebles lograron escuchar. Riviera 01 estalló en una carcajada, mientras que Riviera 02 se llevó las manos a la cara en un gesto de vergüenza.

- ¿D-de verdad quiere que... hagamos eso, Andro-sama? -preguntó le hermana tímida mientras la otra continuaba riéndose.

- Seguro, mientras tanto yo continuaré hablando con la Bruja Mina, tengo una idea que me gustaría plantearle...  -mientras las hermanas se desvanecían en una destello de luces, Androctasia se dirigió una vez más a la Bruja de la Música- Bueno, Mina... ¿era Mina? ¡¿Verdad?! -meneó la cabeza- Bueno, eso no tiene importancia ahora, quería hacerle una propuesta... esta fiesta me resulta un poco aburrida... ¿Qué me diría si la invitase a jugar un pequeño juego?

Rosatrice escribió:Androctasia suspiró apenada... el jovencito tenía que trabajar, así que se limitó a dejarlo ir. En ese momento una idea fugaz pasó por su mente.

- ¡Riviera!

Los demonios aparecieron delante de ella. Sus cadenas rechinaron cuando hicieron la reverencia.

- Nos has llamado, Andro-sama -dijo Riviera 01 con una sonrisa exagerada.

- Necesito que me hagáis un favor... -susurró algo algo que sólo los muebles lograron escuchar. Riviera 01 estalló en una carcajada, mientras que Riviera 02 se llevó las manos a la cara en un gesto de vergüenza.

- ¿D-de verdad quiere que... hagamos eso, Andro-sama? -preguntó le hermana tímida mientras la otra continuaba riéndose.

- Seguro, mientras tanto yo continuaré hablando con la Bruja Mina, tengo una idea que me gustaría plantearle...  -mientras las hermanas se desvanecían en una destello de luces, Androctasia se dirigió una vez más a la Bruja de la Música- Bueno, Mina... ¿era Mina? ¡¿Verdad?! -meneó la cabeza- Bueno, eso no tiene importancia ahora, quería hacerle una propuesta... esta fiesta me resulta un poco aburrida... ¿Qué me diría si la invitase a jugar un pequeño juego?

-Oh un juego ME ENCANTAN LOS JUEGOS!

Lord Battler Ushiromiya escribió:-Oh un juego ME ENCANTAN LOS JUEGOS!

Androctasia sonrió amigablemente. Mientras la tomaba de la mano.

- En ese caso avisa a todos los que estén interesados en participar esta noche, propondré el SÚPER DÚPER JUEGO DE MISTERIO E INTRIGAS originado por la inigualable e inimitable. -la bruja dio una vuelta sobre sí misma- ¡Andro-sama! -terminó en una reverencia moviendo su cuerpo hacia delante moviendo los brazos en gesto teatral- Hasta el momento es lo único que puedo comunicarte... Si estás interesada, cuéntaselo al resto, yo me tengo que ir.

Su cuerpo se dobló sobre sí mismo, convirtiéndose en una masa de sangre que estalló, salpicando líquido a todo su alrededor y manchando el precioso conjunto de Mina. Y así, la extraña Bruja de las Mentiras, abandonó la sala.

Ella aplaudio se limpio un poco y anuncio el juego que se desencadenaria esta noche, y que causaria mucho furor en la fiesta de las brujas.